lunes, 26 de diciembre de 2016

La Segunda Guerra Fría

por Carlos Alberto Montaner

Hace exactamente un cuarto de siglo desapareció la Unión Soviética. La hecatombe ocurrió el 25 de diciembre de 1991. Fue la consecuencia directa del previo y fallido golpe de agosto de ese año. Vladimir Putin cree que se trata de la peor desgracia que le ha sucedido a su país, pero entonces la mayor parte de los rusos lo percibió como algo conveniente.
Lo recuerdo nítidamente. Por aquellas fechas yo visitaba Moscú con cierta frecuencia para participar en actos académicos encaminados a discutir la conveniencia de terminar con el costoso subsidio al belicoso satélite cubano.
Entonces me intrigó considerablemente escuchar varias veces una consigna nacionalista que acabó por convertirse en una realidad política: “tenemos que liberar a Rusia del peso de la Unión Soviética”.
La URSS había nacido en 1922 estimulada por Lenin en medio de un ilusionado  Congreso Panruso de los Soviets, quien agregó las ideas marxistas al espasmo imperialista que en pocos siglos había convertido al pequeño principado de Moscú, entonces animado por la superstición de ser la “Tercera Roma”, la heredera del cristianismo de Bizancio, en la nación más grande de la Tierra: grosso modo, el doble del tamaño de Estados Unidos o la China actual.
Para Lenin y sus comunistas, la URSS no pretendía abandonar el impulso imperial ruso, del que estaban secretamente orgullosos, sino reenfocarlo en un nuevo proyecto ideológico de conquista planetaria basado en la disparatada ideología de Karl Marx, un filósofo alemán que vivió una buena parte de su existencia en Londres, ciudad en la que murió en 1883.
Naturalmente, la nueva estructura creada –Rusia más Georgia, Armenia, Azerbaiyán, Ucrania, Bielorrusia, a las que luego se unirían Uzbekistán, Turkmenistán y Tayikistán– servía para ese propósito y para otro de carácter defensivo: la URSS protegería las conquistas comunistas rusas y sería otro obstáculo para impedir la reacción hostil de las naciones enemigas al sangriento experimento revolucionario surgido en 1917.
Para esos fines, Lenin, y luego Stalin (tras la muerte de Lenin en 1924), ayudaron a la creación de una federación de partidos comunistas en todo el mundo que tenían, como primer objetivo, proteger a Moscú, la madre-patria del comunismo, aun cuando los intereses nacionales estuvieran en conflicto con los de la lejana Rusia. Más que hacer una revolución calcada de la bolchevique, la gran tarea de los partidos comunistas locales era ésa: servir al hermano mayor ruso.
Así las cosas, los partidos comunistas nacionales, escudos de Moscú, se dieron a la tarea de perseguir trotskistas y de exterminar a quienes discrepaban de las directrices del Comitern, como se le llamó a la Tercera Internacional, la estructura también creada y financiada por los comunistas rusos para su propio beneficio, como habían hecho con la URSS.
Esto se vio muy claramente en España, durante la Guerra Civil (1936-1939), y aún antes, cuando el líder comunista cubano Julio Antonio Mella, entonces disidente de la línea oficial, fue asesinado en las calles de México en 1929, preludio a lo que luego le sucedería al propio Trotski en 1940, liquidado por Ramón Mercader, un español al servicio de Stalin, hijo de una fanática comunista cubana.
Un cuarto de siglo después de desaparecida la URSS, Vladimir Putin amenaza con el rearme nuclear de Rusia para burlar el escudo de misiles protectores con que Estados Unidos dota sus propias defensas y las de Occidente. Más que el excomunista nostálgico, habló el ruso convencido del destino hegemónico de su patria.
Según el exagente del KGB, líder político de su país, Estados Unidos y la Unión Europea no podrían impedir la destrucción total de sus barreras defensivas (y de sus naciones) del ataque de lo que llama la tríada: el efecto de la cohetería nuclear de tierra, la acción de los submarinos dotados de armas atómicas y las bombas arrojadas desde los aviones.
Curiosamente, la bravuconada de Putin tendrá un efecto estratégico positivo en Occidente. Donald Trump, en primer término, advertirá que Vladimir Putin no es su amigo, en la medida de que repite los viejos hábitos imperiales rusos. Asimismo, se dará cuenta de que la OTAN continúa siendo el mejor instrumento para evitar que el planeta sea incinerado por Moscú y renunciará a debilitarla o demolerla.
Evidentemente, entramos en la Segunda Guerra Fría.
Fuente: El Blog de Montaner

En sus marcas, listos... Trump

Por Marcelo Hernández

El presidente electo de EE UU ha sido tan contradictorio en sus declaraciones sobre Cuba que no se sabe lo que ocurrirá entre ambos países una vez se instale en el despacho oval. La población en la Isla parece menos preocupada por un posible retroceso en el deshielo diplomático que por la pérdida de sus privilegios migratorios.
El debate sobre la derogación de la Ley de Ajuste, que otorga facilidades para los migrantes cubanos que llegan a territorio norteamericano, le quita el sueño a muchos este fin de año. Los consulados extranjeros en La Habana, especialmente de países de América latina y Europa, viven un repunte de solicitudes de visado.
"No damos abasto", comentó a 14ymedio el custodio de la sede consular mexicana en la barriada de Miramar. A las afueras del lugar, Roberto, quien prefiere no decir su apellido, logró un visado temporal para llegar a tierra azteca. Este jueves tomará un vuelo a Cancún, el más barato que conecta los dos países. "Estoy contra reloj", dice mientras realiza los trámites burocráticos previos al viaje.
A Roberto le queda un largo trayecto plagado de obstáculos y peligros para alcanzar la frontera estadounidense, pero se siente confiado. "Mi hermano que vive en Miami va a ayudarme y pagará todo el camino", explica. "Será mucho más caro, porque tengo que llegar antes del 20 de enero", asegura.
La fecha de toma de posesión de Trump se ha convertido en la meta de una carrera maratónica para miles de cubanos. Gente que en los últimos meses ha liquidado sus propiedades, gestionado un visado y se prepara para partir.
La mayoría de los consulados cierran sus puertas a finales de diciembre por vacaciones de Navidad, un elemento que ha contribuido al desespero.
Las salidas en balsa también han aumentado. La Guardia Costera de Estados Unidos informó recientemente que desde el 1 de octubre pasado, cuando se inició el año fiscal, cerca de 1.000 cubanos han intentado entrar ilegalmente en el país por vía marítima. Durante el año fiscal de 2016, que finalizó el pasado 30 de septiembre, la cifra alcanzó los 7.411, frente a los 4.473 del mismo periodo de 2015.
Con este invierno excepcional, sin frío y con un mar libre de huracanes, muchos cubanos emprenden la ruta hacia Florida en rústicas embarcaciones. El Gobierno de Raúl Castro redobla por estas fechas la vigilancia sobre las zonas costeras, pero los balseros eligen para partir lugares remotos, entre manglares o dientes de perro.
"No sé si Trump nos conviene o no, pero no me voy a quedar aquí para averiguarlo", asegura Yusmila Arcina, que trabajó como contadora para una empresa estatal hasta que decidió "dar el salto". La joven se considera afortunada, en parte, por haber conseguido un visado para trabajar en la zona Schengen (espacio de libre circulación integrado por la mayoría de países de la UE y algunos de su entorno). Desde Europa, donde prevé más facilidades, espera obtener un visado de turista para viajar a EE UU, utilizando el viejo continente como trampolín para alcanzar su "sueño americano".
"Por sí o por no, hay que aprovechar ahora", sugiere la joven, quien no tiene familia en Estados Unidos. Arcina ha pagado los trámites y el boleto aéreo en temporada alta, que le ha costado cerca de 2.000 pesos convertibles, con la venta de un automóvil Cadillac de mediados del siglo pasado que era de su padre. "Ese carro ha sido mi carta de libertad", ironiza.
El novio de Arcina está varado en Colombia a la espera de hacer la ruta a través del Tapón del Darién. La meta de ambos es estar en territorio estadounidense "antes de que ese millonario llegue al Gobierno". Ambos esperan "ver en la televisión local de Miami la ceremonia en que lo nombran presidente", alardea Arcina. Trump ha dado el disparo de arrancada y, cada uno por su lado, ha emprendido la carrera migratoria.
Fuente: 14ymedio

sábado, 10 de diciembre de 2016

Por mis 31 años

Llego a mis 31 años feliz de vivir y actuar consecuente con lo que pienso, porque tuve la oportunidad de decidir venir y quedarme en Estados Unidos para luchar por una vida con mayores libertades políticas y personales, estoy feliz porque también tuve la oportunidad de elegir  cómo vivo, sin que nadie me pueda censurar y atrincherar a sus preceptos políticos y morales, atados a ideologías y conceptos frustrados.
Hoy cumplo mis 31 años orgulloso de que aún no temo poder perderlo todo y contar con la fe y las energías para seguir adelante, hoy doy gracias a Dios por permitirme vivir con libertad y con orgullo, por no dejarme manipular por la  dictadura que hoy oprime a mi patria, por tener el espacio para  expresarme libremente, y por decidir lo que quiero y tener la valentía de no conformarme y no aceptar lo que no deseo, por contar con las fuerzas y la voluntad para caminar hacia el futuro con seguridad y sin dudas, buscando siempre un futuro mejor para mi patria y mi familia, aunque el camino sea intrincado, aunque en ello se me vaya la vida, así lo deseo.

Muchas gracias a los familiares y amigos que estando de un lado y otro de la orilla hoy me festejan sin cuestionar mis decisiones, así como yo no cuestiono las suyas, y ponemos por delante nuestro amor a Cuba, a la familia y a la amistad por encima de todo,
Gracias




Por mis 31 años


Llego a mis 31 años feliz de vivir y actuar consecuente con lo que pienso, porque tuve la oportunidad de decidir venir y quedarme en Estados Unidos para luchar por una vida con mayores libertades políticas y personales, estoy feliz porque también tuve la oportunidad de elegir  cómo vivo, sin que nadie me pueda censurar y atrincherar a sus preceptos políticos y morales, atados a ideologías y conceptos frustrados.
Hoy cumplo mis 31 años orgulloso de que aún no temo poder perderlo todo y contar con la fe y las energías para seguir adelante, hoy doy gracias a Dios por permitirme vivir con libertad y con orgullo, por no dejarme manipular por la  dictadura que hoy oprime a mi patria, por tener el espacio para  expresarme libremente, y por decidir lo que quiero y tener la valentía de no conformarme y no aceptar lo que no deseo, por contar con las fuerzas y la voluntad para caminar hacia el futuro con seguridad y sin dudas, buscando siempre un futuro mejor para mi patria y mi familia, aunque el camino sea intrincado, aunque en ello se me vaya la vida, así lo deseo.

Muchas gracias a los familiares y amigos que estando de un lado y otro de la orilla hoy me festejan sin cuestionar mis decisiones, así como yo no cuestiono las suyas, y ponemos por delante nuestro amor a Cuba, a la familia y a la amistad por encima de todo,

Gracias